17.8.15

Aphex Twin: Los bajos fondos del techno

Eran las dos de la mañana del día de ayer, cuando acabé de escuchar en su integridad un disco fundamental en mi deriva formativa musical. Música popular, nada de electroacústica "seria". La publicación de "Classics" de Richard D. James, con su alias principal Aphex Twin es uno de esos discos que torpemente tengo abandonados. De entre los montones de cedés guardados en cajas, elegí precisamente "classics". Necesitaba escuchar "Digeridoo" y "We Have Arrived". Canciones portentosas que hacía bastantes años que no escuchaba. Es sorprendente la modernidad de gran parte de las composiciones incluidas en esta referencia. Ninguna de ellas pasaría el corte en la mayoría de clubes y bares donde teóricamente pinchan eso que llaman genéricamente música electrónica. 

Si no me falla la memoria fue publicado por el "totémico" sello belga R&S. Y el motivo de la vigilia electrónica se debió a la noticia de la reedición no hace mucho de este disco fundamental en la historia del techno, y primordial para muchos "technohead" que lógicamente se ríen de los nuevos alquimistas de las pistas bailables en festivales rock, esos mismos que serían incapaces de escuchar la mayoría de las canciones que componen este disco por considerarlo abrasivo, incómodo y poligonero (definición clasista muy extendida incluso por los hijos de la clase obrera). Y para muchos "electrorockers" este disco debería estar en la sección de música "bakala". 

Se puede reflexionar sobre el cambio evolutivo, retroceso mental diría yo, de las nuevas generaciones de jóvenes que intentan aproximarse al mundo festivo de la noche. Mucha neblina en los cerebros y prejuicios adosados por culpa de unos adoctrinados culturetas que fielmente reproducen hegemónicos discursos caldo de elitismo absurdo. Un disco de hace 20 años, peligroso para los nuevos modernos que escuchan italo reciclado y otras músicas antagónicas con el sudor que provoca el baile primitivo.

Entre el estruendo de los sonidos de esta colección de temas, solo queda gritar "Vivir, esa es la cuestión!