La frecuencia cardiaca de Needle In Pain suele ser estable pero con altibajos, 33 latidos por minuto o 45, según diferentes parámetros. Las agujas de los tocadiscos que utilizo sufren dolor. El nivel de estrés y sometimiento de las agujas es alto. El motivo es la alteración intencionada mediante procesos abrasivos y contundentes de los vinilos viejos que son usados para generar sonidos nuevos y alterar los preexistentes que fueron instalados en cada surco de los discos editados. Esta vez como obra de arte en movimiento, ejerciendo una supremacía práctica sobre el cuerpo teórico del proyecto.
O mejor dicho, NIP es un proyecto de donde la teoría se pone en movimiento, con gran importancia en la improvisación mediante la utilización de todo tipo de técnicas experimentales y de DJ estilo hip hop (una de las diferencias con respecto a otras propuestas reconocidas).
Este submundo artístico de lo experimental en lo sonoro no se suele realizar en suelo peninsular. La única persona que conozco que usa de forma constante los giradiscos (alternando instrumentos de viento como el clarinete)es Pelayo Arrizabalaga, un curtido experimentador con una trayectoria impecable. Más allá de las propuestas de este pionero, desconozco la existencia de algo parecido. Fuera de nuestras fronteras, y a lo largo de las últimas décadas, aunque las primeras ocasiones datan de la década de los años 30 del pasado siglo XX.
Algunos nombres de artistas son realmente importantes. Por ejemplo, John Cage, que en 1939 instruyó a dos músicos para manipular vinilos según frencuencia, tono, en tocadiscos de velocidad variable, para su composición "Imaginary Landscape Nº1". Unos años después, en la década de los 60, el checo Milan Knízák, usó vinilos rotos en tocadiscos, siendo su pieza escultórica "Música destruida", una muestra de esos trabajos sonoros. Fue una influencia importante en la obra de otro genio: Christian Marclay. Tal vez, junto con Emil Beaulieau (Ron Lessard) mi gran influencia, además de algunos DJs provenientes de la cultura del hip hop (Kid Koala, Terminator X, DJ Zero... y el techno underground (Jeff Mills).
Esto genera en Needle In Pain una gran riqueza en matices sonoros y propuestas más texturizadas inarmónicas y anti rítmicas a la hora de interactuar con herramientas para generar composiciones como son los vinilos dañados, reconfigurados de distintas maneras. Uniendo dos épocas: la más experimental y salvaje (Lessard y Marclay)con la actual con influencias de la cultura electrónica y urbana.
El nuevo trabajo de Needle In Pain quiere demostrar el carácter escultórico del tocadiscos como ente central generador de obras experimentales en tiempo real. En este caso concreto mediante uso de piezoeléctricos y softwares de efectos.
La publicación es en República Ibérica Ruidista y tiene una edición digital con 8 grabaciones y otra en físico, una obra de arte sonoro, un cuadro con vinilo manipulado con técnicas mixtas que incluye además de los 8 tracks, una grabación exclusiva.
Larga vida a Needle In Pain.