25.5.21

Seefeel. El bendito problema de comprar reediciones.

La fractura de los sonidos abisales de Seefeel se ha hecho notar. Tras varios años en período de letargo, reeditan tres referencias de su período posterior al del sello mítico Too Pure. Me refiero al período de transición que hicieron a la electrónica más abstracta y áspera, la cercana a sus amigos Autechre. En este período que data de 1994 a 1996, publicaron un EP, un single, y dos discos de larga duración. Los trabajos reducidos fueron una transición acelerada hacia momentos de gran impacto sonoro, y que luego serían mejor transitados desde esa perspectiva de experimentación por uno de sus miembros en el proyecto Disjecta, Mark Clifford. Del sello indie más exquisito (Too Pure) de la primera década de los 90 (de ahí salieron PJ Harvey, Moonshake, Mouse On Mars, y Stereolab), saltaron sin red a otra discográfica fundamental, Warp. 
Ahí entendieron su mutación (natural) sin fisuras hacia mundos con subsuelos electrónicos. Y el siguiente salto, estratosférico, fue a Rephex. Con "Rupt and Flex (1994.1996)" se reúnen los trabajos tras su salida de Too Pure. Editado en una caja especial de 4 CDs con 43 canciones remasterizadas para la ocasión por el gran Stefan Betke, más conocido por su proyecto Pole. Un maxi, un EP, dos LPs, con remezclas de la época (Autechre), así como 22 bonus track. Estas rarezas eran difíciles de conseguir. Además, contiene un diseño exclusivo de los prestigiosos The Designers Republic, con apuntes del propio Clifford y Sarah Peacock. 

También están publicados los discos en doble y triple vinilo de "(Ch-Vox)" y "Succour", en edición (como ellos han denominado) "Redux". Así como la suma en un doble LP del EP "Starethrough" y el maxi "Fracture/Tied". Desde su visión futurista en el campo del dream-pop hasta el universo techno más arisco y esquelético, hay una delgada línea experimental que recorre el sonido de Seefeel. Un estilo construido y reconocible que se caracteriza por la tristeza y la melancolía como catalizadores de su estrategia musical. Tenemos en ellos otro ejemplo más de grupo de culto que trasciende una época, que se revisa con devoción, pero que nunca llegaron a cotas comerciales de coetáneos cuya estética se englobaba en las tendencias que imponía la prensa musical inglesa. 

La época dorada del grupo londinense hay que contextualizarla en el declive shoegaze, la irrupción del grunge, y el clasicismo rancio del brit pop. De entre los muertos sónicos, surgieron estos casi alienígenas que nos invitaban a una forma más cósmica de escapismo. Sin tanta cobertura mediática, finalmente establecieron un camino seguido (e imitado) por otros francotiradores. Seefeel es uno de los nombres más reveladores de esa frontera exitosa de los primeros años de la década de los noventa que flirteaba con el pop menos convencional y la electrónica alejada de los clubes. De ahí su relevancia casi treinta años después. 

Seefeel queriendo o no, se convirtieron en uno de los iconos de esa tercera vía adquirida por los oyentes más exigentes. Para quien no tenga alguno de estos discos, lo recomendable es adquirir estas reediciones. Pero si la discoteca está vacía de los trabajos de Seefeel, lo ideal sería adquirir ese caramelo en forma de pack llamado "Rupt and Flex". Bendito problema ese de comprar reediciones porque en la época de su publicación el dinero tenía que ser pintado. 

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