Ahí entendieron su mutación (natural) sin fisuras hacia mundos con subsuelos electrónicos. Y el siguiente salto, estratosférico, fue a Rephex.
Con "Rupt and Flex (1994.1996)" se reúnen los trabajos tras su salida de Too Pure. Editado en una caja especial de 4 CDs con 43 canciones remasterizadas para la ocasión por el gran Stefan Betke, más conocido por su proyecto Pole. Un maxi, un EP, dos LPs, con remezclas de la época (Autechre), así como 22 bonus track. Estas rarezas eran dificiles de conseguir. Además, contiene un diseño exclusivo de los prestigiosos The Designers Republic, con apuntes del propio Clifford y Sarah Peacock.
También están publicados los discos en doble y triple vinilo de "(Ch-Vox)" y "Succour", en edición (como ellos han denominado) Redux. Así como la suma en un doble LP del EP "Starethrough" y el maxi "Fracture/Tied".
Desde su visión futurista en el campo del dream pop hasta el universo techno más arisco y esquelético, hay una delgada línea experimental que recorre el sonido de Seefeel. Un estilo construido y reconocible que se caracteriza por la tristeza y la melancolía como catalizadores de su estrategia musical. Tenemos en ellos otro ejemplo más de grupo de culto que trasciende una época, que se revisa con devoción, pero que nunca llegaron a cotas comerciales de coetáneos cuya estética se englobaba en las tendencias que imponía la prensa musical inglesa.
La época dorada del grupo londinense hay que contextualizarla en el declive shoegaze, la irupción del grunge, y el clasicismo rancio del brit pop. De entre los muertos sónicos, surgieron estos casi alienígenas que nos invitaban a una forma más cósmica de escapismo. Sin tanta cobertura mediática, finalmente establecieron un camino seguido (e imitado) por otros francotiradores. Seefeel es uno de los nombres más revelarores de esa frontera exitante de los primeros años de la década de los noventa que flirteaba con el pop menos convencional y la electrónica alejada de los clubes. De ahí su relevancia casi treinta años después.
Seefeel queriendo o no, se convirtieron en uno de los iconos de esa tercera vía adquirida por los oyentes más exigentes.
Para quien no tenga alguno de estos discos, lo recomendable es adquirir estas reediciones. Pero si la discoteca está vacía de los trabajos de Seefeel, lo ideal sería adquirir ese caramelo en forma de pack llamado "Rupt and Flex". Bendito problema ese de comprar reediciones porque en la época de su publicación el dinero tenía que ser pintado.
(Sergio Sánchez)
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