El Aviador Dro y sus obreros
especializados se presentaron por primera vez ante la humanidad en 1979.
Sus propuestas iban más allá de lo meramente musical. Sus ideas transgresoras
intentaron transformar la sociedad a través del anarquismo futurista
y el desarrollo científico como bien social. Aún siguen
llevando a la práctica su pensamiento. Son, con sus mutaciones y variables, un grupo
emblema de lo moderno en la música española. Dentro del pop
electrónico o el tecno pop, apenas había nada antes de ellos. Y
siguen muy vivos. Servando Carballar, icono de la vanguardia pop en
España, es el equivalente a un híbrido perfecto entre todos los
miembros de Kraftwerk, The Residents, Bakunin y New
Order. Si tuviera un DNI con nacionalidad alemana, tendría ya una calle a
su nombre, y no solo por su música, sino por ser el valiente impulsor del sello
DRO.
Pero en este país que identifica Movida con Los
Secretos, el desarrollo musical del Aviador ha seguido su camino en un
mundo paralelo. De sus entrañas surgen guerrilleros futuristas
con secuenciadores bajo el brazo en lucha contra imperialistas
planetarios. Nuevamente editan una ópera espacial científica sobre
la vida futura, creando una perfecta simbiosis de
armonías, melodías comerciales y electrónica teutónica. En "La
voz de la ciencia" presentan un programa especial
para evitar la destrucción de la raza humana por el capitalismo tecnológico. La
ciencia constructiva frente a la sinrazón. Atrás quedaron sus sintéticas
arengas de militantes cyborg faltos de temor. Podrían dominar
el átomo con unos sabios acordes, y crear vida artificial a partir de
un puñado de compases rítmicos para destruir todo lo inmovilista del pasado.
Algunas de sus letras son proféticas y gracias al apoyo de científicos plantean
una serie de tesis sobre lo necesario de la mejora científico-tecnológica para
el progreso.
Hemos
charlado unos minutos con el alma mater del Aviador, Servando Carballar,
y nos ha respondido a unas preguntas:
A pesar de los cambios de formación, ¿el ideario
del Aviador sigue vivo? "La voz de la ciencia" me recuerda a
"Síntesis", no tanto por su ideario sino por ser un disco
tremendamente conceptual, algo que hoy día se ha perdido un poco.
S. C.:
En realidad cada vez nos resulta más complicado crear un disco sin un
"concepto". Como decimos en nuestro manifiesto de la "Música
Aumentada", incluido en el disco, los músicos debemos
evolucionar para encontrar nuestro espacio en la era digital. Ya no basta con
crear canciones. Hay que participar y trabajar de cara a la sociedad.
Transformarnos nosotros y ayudar a transformar el mundo. El discurso del
Aviador Dro sigue siendo el mismo: La utilización de la ciencia como herramienta
de progreso. Solo que ahora el discurso se entiende mejor que en 1979.
El sonido aviador sigue siendo inconfundible a
pesar de la evolución y desarrollo tecnológico de instrumentos y técnicas de trabajo musical (de
lo analógico a lo digital, sampler, etc.). ¿Crees que esto es una liberación, o
un lastre que somete el resultado final al uso de instrumentos?
S.C.:
Es fantástico que ahora todo el mundo pueda crear música con su ordenador
personal y un poco de imaginación. Esta democratización permitirá integrar la
música de una manera natural en la vida cotidiana. Haremos un perfil de
facebook e introduciremos nuestra canción. El siguiente paso será trabajar con
sistemas inteligentes. Nuestro ordenador será nuestro compañero y sugerirá
labores creativas. Al final podremos grabar música con solo pensarla
o emitirla directamente desde nuestra mente con dispositivos cibernéticos.
En Latinoamérica tenéis muchos y fieles
seguidores, ¿se va a distribuir en esos países?
S.C.: Esperamos
que si. Aunque eso es labor de PIAS. En realidad ahora el hardware, el
"disco", es solo un elemento más. Todo está disponible digitalmente.
No hay barreras.
¿Cómo se ha gestado e ido tomando cuerpo el
proyecto de "La voz de la ciencia"?
La edición es una gran apuesta, dado el tipo de propuestas que se presentan hoy
día con ediciones cutres que a no ser que sean cajas antológicas. Vuestro caso
es diferente, un disco y con exquisita edición formato libro, de edición
limitada.
S.C.:
En este caso PIAS se ha esforzado por reflejar nuestra idea. Esto es de
agradecer hoy en día. Por otra parte es lógico ofrecer algo diferente en
formato físico que lo que obtendrías igualmente descargando el disco en
i-tunes. Debe haber un valor añadido. Algo físico que te una a la banda.
Queríamos recuperar la sensación que se tenía cuando comprabas un vinilo: un
momento especial en el que ibas a descubrir el trabajo de unos tipos encerrados
un buen montón de tiempo en un estudio. El proyecto tiene unos diez años
de antigüedad pero nos pusimos a ello en 2010.
Ha sido un trabajo arduo contactar a todos
los científicos y explicarles la idea. Lo mejor fue ver que la idea les
encantaba. Teníamos miedo de que les pareciese una frivolidad, pero en lugar de
eso nos recibieron con los brazos abiertos.
¿En qué se diferencia de los anteriores discos?
S.C.: Es
nuestro primer disco elaborado bajo el esquema de nuestro manifiesto de la
música aumentada. Si bien es una evolución del tipo de trabajo que hicimos en Síntesis
y Mecanisburgo. También es un proyecto abiertamente
disciplinar que incluye blogs, gira por centros científicos.
¿Que momento crees que vive actualmente la música
en España? ¿Que opinas de la ley Sinde, el Creative Commons y las Netlabels?
S.C.: Creo
que Internet pone en manos de los creadores la posibilidad de un gran control
sobre la obra propia y la capacidad de prescindir de intermediarios. Las
legislaciones tienen que adaptarse sin criminalizar al usuario. Son las
operadoras las que necesitan contenidos y el pago de derechos no puede ser injusto
ni arbitrario como se ha hecho hasta ahora. Los músicos tendremos que vivir del
directo, el merchandising, asociarnos con marcas y empresas como en la época de
los mecenas. La música tiene miles de años y el pago de derechos muy pocos.
Luego los músicos no dependemos de los derechos.
Háblanos un poco de lo que nos está
sucediendo en nuestro país, con la crisis, los ajustes draconianos, etc. ¿Son
los mineros en lucha y marchando a Madrid, lo más cercano a unos obreros
especializados?
S.C.: Pues
nos dan ganas de cambiar el uniforme al de los mineros. Estamos contemplando el
mayor ataque del capitalismo salvaje a la sociedad desde la revolución
industrial. Asistimos al desenmascaramiento de una falsa democracia en manos de
los financieros y las mafias. Es inadmisible.
Próximos proyectos, giras, etc. Llevaremos
la Voz de la Ciencia al Jardín Botánico
de Madrid el 22 de Septiembre. También queremos ir a Zaragoza Valencia,
Donosti, Coruña, Sevilla. Estamos trabajando en crear estos eventos entre el
segundo semestre de 2012 y el primero de 2013, Y en 2014 abordar nuestro
segundo proyecto aumentado.
¿Que opinas de las versiones y homenajes
que ha recibido aviador en estos años por grupos indies de generaciones
posteriores.
S.C.: Nos
encantan. Es estimulante.
¿Han variado tus gustos musicales? ¿Tus grupos
favoritos siguen siendo los mismos? ¿Qué destacarías de la escena actual?
S.C.: Escuchamos
mucha música. Desde XX a los Ting
Tings o CSS. Me encantan Bat
for Lashes o Mikachu.
Algunos músicos están escribiendo novelas o
libros de poesía (Antonio Luque de Sr Chinarro, o Víctor Nubla de Macromassa).
¿Te adentrarías en ese mundo literario?
S.C.: Lo
curioso es que empezamos creando fanzines. Desde luego nuestros proyectos
aumentados futuros irán por ese camino.
¿Algo que comentar más?
S.C.: ¡Libertad,
Igualdad y Electricidad!
Publicado
originariamente en el blog de Fnac.es
(2012)
Por Sergio Sánchez
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